miércoles, 5 de mayo de 2010

Dolor Orofacial



El dolor facial puede ser un malestar con características: sordo y pulsátil o intenso y punzante, puede presentarse en uno o ambos lados de la cara, también puede expresarse en la frente.

El dolor facial que se origina en la cara puede ser originado por una alteración nerviosa, por una infección o por una lesión en la cara, pero también puede proceder de otro lugar del organismo y, en ocasiones, sucede sin que se sepan las causas.
El dolor facial puede ser crónico, involucrando directamente los nervios de la cara (de manera directa) o indirecto, causado por alguna otra estructura de la cara como los vasos sanguíneos (de manera indirecta). En algunos casos, está relacionado con la migraña, los síndromes musculares o alteraciones de la Articulación Témporomandibular (ATM) (alteraciones de la articulación de la mandíbula), también son causa las enfermedades o lesiones herpéticas o reumáticas, y/o lesiones directas sobre el rostro. Muchos pacientes con dolor facial poseen una historia médica de sinusitis, cirugías para la sinusitis y alteraciones dentales o cirugías por alteraciones dentales o de la ATM.

Causas: como se suscribió arriba, puede ser directa como una lesión en el rostro, o de origen dental, por ejemplo una inflamación pulpar o periapical en un diente (caracterizado por un dolor pulsátil continuo en un lado de la cara, y puede agudizarse con la ingestión de comidas/bebidas o a la palpación). Otra es la sinusitis o infección de los senos paranasales (expresado como un dolor sordo y sensibilidad alrededor de los ojos y en los pómulos que empeora al inclinar la cabeza). También el dolor facial puede ser debido a dolores de cabeza en forma de racimos, migrañas, herpes zóster o infección simple (herpes labial) y los más comprometidos como la neurologia del trigémino.

Tratamiento: El dolor facial puede ser difícil de tratar. Se necesita mucha capacidad profesional para interactuar con el paciente y así construir un completo diagnóstico. El tratamiento basado en una verdadera construcción del diagnóstico desde la odontología, está orientado a una terapéutica integrada a las áreas de la salud que requiera el paciente en particular. Son acciones para tratar el dolor facial, siempre cimentado en el diagnóstico, el drenaje linfático manual, la acupuntura, la farmacología, distintas terapias físicas y otras apropiadas a la universalidad de cada persona.

Neuralgia del trigémino: Es una inflamación del nervio trigémino caracterizada por ser extremadamente dolorosa, que por supuesto causa dolor facial severo y espasmo en el lado de la cara comprometido.

Los episodios dolorosos se pueden presentar después de tocar ligeramente diferentes áreas cutáneas de la cara, o el interior de la boca (la mucosa) a lo largo del curso de este nervio. Los medicamentos específicos pueden ser muy efectivos para reducir la intensidad pero poco en la frecuencia de los ataques. En otras oportunidades, se hace necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el dolor. Todas a cargo de especialistas en esas áreas de la salud.
Las neuralgias que se producen a nivel distal del nervio (a nivel de la salida del cráneo del nervio) son posibles de tratar exitosamente con terapias alternativas como la acupuntura por punción y/o inyección y otras terapias especializadas.

Con frecuencia, no se puede encontrar una causa, aunque hay áreas de inflamación del cerebro o vasos sanguíneos (malformaciones arteriovenosas) que pueden ser responsables y requieren tratamiento más específico. Aún no se sabe la causa específica del dolor. Generalmente se acepta a la neuralgia del trigémino provocada por una compresión del ganglio del nervio trigémino en el cerebro, por la congestión de un vaso sanguíneo en cuyo recorrido contacta con el ganglio de aquel nervio presionándolo. También son causales los tumores y la esclerosis múltiple. Sin embargo, éstas son causas muy poco frecuentes.

Disfunción de la Articulación Temporomandibular (ATM)
asociado como causal de Dolor Facial y de Cabeza:

La relación del estrés con otras alteraciones (ulceras estomacales, presión alta) han sido reconocidas a través de muchos años. Pero recientemente se viene reconociendo una nueva relación entre el estrés y distintos tipos comunes de dolor facial. Originalmente, en las alteraciones de la Articulación Témporomandibular (ATM), se pensaba que el problema era sólo de carácter articular de la mandíbula. Estudios de los últimos años han demostrado, que el problema también afecta los músculos que se encargan del movimiento de la mandíbula. Por lo cual se puede encontrar el término Síndrome de Dolor Miofacial para describir la condición de la combinación de alteraciones, pudiéndose entonces entender mejor las causas del problema, y por consiguiente, desarrollar formas más simples y efectivas de terapia.

Este Síndrome o Dolor Miofacial es un dolor adormecedor, realmente intenso, en oportunidades dentro y alrededor de la oreja. Puede extenderse hacia un lado de la cabeza (dolor de cabeza temporal – área de la sien), nuca, o cuello, y agudizarse al masticar, bostezar o hablar. Algunos pacientes se les hace difícil abrir la boca, y otros experimentan ruidos articulares (sonidos de chasquido o saltos articulares) y ruidos a roce (ruido a roce de arena o crepitación) en las articulaciones mandibulares al abrir o cerrar la boca, o al masticar. También en muchos casos se presenta un doloroso espasmo (tensión o contracción continua) muscular que produce un dolor facial relacionado con el estrés psicológico lo que no significa que el dolor sea imaginario. Por el contrario, al igual que con una úlcera, las situaciones de estrés pueden producir cambios en las funciones corporales y generar molestias físicas.
Esta enfermedad, por lo general, afecta más a las mujeres que a los varones. Puede presentarse en cualquier edad, la mayoría, personas entre los veinte y cuarenta años de edad.
Los individuos que sufren este dolor facial, en su mayoría tienen dificultad para sobrellevar sus situaciones de estrés, o no pueden manifestar correctamente sus emociones. Como consecuencia, tienden a desarrollar tensiones internas, y también aumenta la tensión en sus músculos, principalmente los músculos masticadores. Algunos pacientes generan hábitos como el apretar y/o friccionar los dientes (Bruxismo), parafunción que resulta perjudicial para el movimiento de la mandíbula.
Para eliminar los dolores del espasmo muscular de la mandíbula, la terapéutica inicial incluye calor y relajación muscular, masajes, en algunas oportunidades medicamentos, cambios de hábitos y nutricionales cotidianos entre otros. Para los pacientes con Bruxismo, también el Odontólogo complementará una terapia que incluya evitar lesiones dentales, articulares y musculares.
La terapéutica de Dolor Miofacial es importante. Pues igualmente importante es el entendimiento del paciente sobre la relación de su enfermedad y los factores psicológicos y hábitos diarios de vida. La psicoterapia, al igual que los métodos de relajación, bioterapia, y alguna medicación específica, son efectivos para tratar la enfermedad.

El Dolor Miofacial no puede ser advertido, lamentablemente, a pesar de su vasta investigación. Sin embargo, una vez que se reconocen los síntomas, éstos pueden ser tratados efectivamente. La pronta intervención es importante para evitar que la tensión muscular genere alteraciones de los mismos músculos y/o trastornos en la articulación mandibular, pues de ocurrir ésto, se debe optar por formas más complejas de tratamiento. Los pacientes que muestren los síntomas deben visitar a sus odontólogos inmediatamente. Hoy, gracias al vasto conocimiento y al trabajo en equipo, podemos decir que ya no es necesario que el paciente opte por vivir con el dolor.